PREHISTORIA

PREHISTORIA


La división más elemental de la Prehistoria, para su estudio, se hace atendiendo al material y la técnica que utilizaban los hombres para fabricar sus utensilios:

Edad de la Piedra: - Paleolítico – Mesolítico -  Neolítico
Edad de los Metales: - Cobre - Bronce – Hierro

1. EL PROCESO DE HOMINIZACIÓN


El hombre actual procede de un grupo derivado de los prosimios denominados los hominoideos. Este grupo dio lugar, a su vez, a dos líneas evolutivas diferentes, una de la que proceden los monos actuales (orangután, gorila y chimpancé); y otra, la de los homínidos, de la que procede el hombre actual.

A lo largo del proceso se produjeron una serie de cambios:

La postura erguida y marcha bípeda: Desplazamiento sobre dos piernas que liberó las manos
El pulgar oponible: Permitió coger y fabricar utensilios con más facilidad.
Tamaño del cerebro más grande y más complejo: Permitió el desarrollo de la cultura y la tecnología. Además, permitió el uso del lenguaje.
Reducción del tamaño de los dientes y la mandíbula y cambios en la estructura de la cara
Capacidad creativa: Para la fabricación de utensilios para determinadas funciones y e intervenir en la naturaleza.

2. LOS HOMÍNIDOS 


Los primeros surgieron en África (5 millones de años). Tenían caracteres claramente diferenciales: locomoción bípeda y posición erecta, lo que les permitió liberar sus manos y realizar algún tipo de trabajo.

El Ardipitechus. El más antiguo. Vivió hace 4,4 millones de años. El tamaño de su cerebro igual que los chimpancés actuales.

El Australopithecus. Existen fósiles de distintos tipos: anamensis, afarensis, africanus. Vivieron desde 4 millones a 1 millón de años. Eran bípedos con un cerebro pequeño.  Era un homínido cuyo tipo de evolución ha sido objeto de numerosas polémicas entre los científicos. El principal resto de un australopethecus afarensis es Lucy (Etiopía), es el más completo que se ha encontrado, vivó hace 3 millones de años aproximadamente.

3. GENERO HOMO


Ciertas poblaciones de Australopithecus evolucionaron y parece que dieron lugar a los primeros individuos del género Homo, hace aproximadamente dos millones y medio de años.

El Homo habilis (hombre hábil). Primer representante del género Homo y del que se han encontrado restos en África. El hombre de Olduvai, en Tanzania y el hombre de Koobi y en hombre de Turkana en Kenia. Era más alto que el Australopithecus, tenía una mayor capacidad craneana y fue el primero en elaborar instrumentos de piedra, lo que lo diferencia de los demás animales.

El Homo erectus, apareció por evolución a partir de ciertas poblaciones de homo habilis y es el antecedente inmediato del Homo sapiens. El Homo erectus descubrió el fuego y construía útiles de piedra más perfeccionados. El primero en salir de África hacia Europa y Asia. Sus principales restos se han encontrado en Java (Pitecantropus) y Pekin (Sinantropus erectus).

El Homo antecesor. Sus restos se encontraron en Atapuerca (España). Le corresponden los restos humanos más antiguos de Europa.

El hombre de Neanderthal (Homo sapiens neanderthalensis) vivía en cuevas. Tenía ya un lenguaje articulado, enterraba a sus muertos mediante ritos. Fue el primero  en tener pensamiento mágico religioso. Sus principales restos se han encontrado en Alemania (Dusseldorf).

Homo sapiens sapiens. Los homo sapiens neanderthalensis fueron sustituidos o absorbidos por los homo sapiens sapiens, llamados en Europa hombres de Cro-Magnon, que se desarrollaron durante el Paleolítico Superior. Sus principales restos se han encontrado en Francia. Inventaron muchas herramientas diferentes y desarrollaron un lenguaje con el que podían intercambiar ideas, aprender unos de otros y trabajar en equipo. Este antepasado desarrolló el arte rupestre (Lascaux y Altamira).

4. PALEOLÍTICO: CAZADORES Y RECOLECTORES 


Fases del paleolítico


Inferior (3300000 – 125000 a. C.): Vivieron los primeros homos. Sus eran de piedra elaboradas con técnicas muy rudimentarias. Vivían en pequeños grupos. Sus alimentos básicamente eran frutos y semillas. Eran carroñeros.
Medio (125000 – 40 000 a. C.): Los primeros homo sapiens convivieron con los neandertales. Trabajaron mejor la piedra, lo que mejoró la caza. Se desarrolló un lenguaje rudimentario.
Superior (40 000 – 8000 a. C): Elaboraron puntas de lanzas afiladas, hojas de cuchillos, picos, hachas, etc.


Características


Durante esta época la tierra vivía el periodo glacial del pleistoceno (Era del hielo), por ello convivió con la megafauna extinguida. Comprende la mayor etapa de la vida del hombre sobre la tierra. 

Etimológicamente paleolítico significa periodo de la piedra antigua. La denominación se debe a que los hombres utilizaron la técnica del tallado o percusión para elaborar sus herramientas que consistía en golpear las piedras hasta obtener la forma que querían. Fabricaron puntas de flecha, bifaces (hachas de piedra) y cuchillos.  También utilizaron hueso y madera para elaborar agujas, arpones y anzuelos.

La principal preocupación del hombre primitivo, que vivía en un medio hostil, era la de subsistir. Sus alimentos los conseguía de la forma más elemental, la depredación de los recursos naturales. La caza, la recolección de frutos silvestres y, a veces, la pesca constituían sus principales actividades económicas. En esta época, se originó la división del trabajo por género: las mujeres se encargaban de la recolección y la caza menor; los varones se encargaban de la caza de animales grandes. No había excedente de producción. Fue una economía destructiva y de subsistencia que trajo como consecuencia el agotamiento de los recursos económicos.

Por ello se sostiene que no existiría la propiedad privada y el nomadismo era su forma de vida con la finalidad de aprovechar al máximo los recursos del medio ambiente. En esta etapa, la primitiva organización social estaría basada en pequeños grupos humanos (hordas o bandas), unidos por lazos de sangre, suficientes para acometer las tareas cazadoras y para protegerse mutuamente pero sin que el número de sus miembros llegara a constituir un problema para el abastecimiento o para la organización de la convivencia. En este periodo no existían jefes ni mucho menos autoridades. No había distinciones por riqueza, por ello se dice que eran sociedades igualitarias. Temporalmente se alojaban en cuevas y abrigos naturales. Hacia 500000 años comenzaron a emplear el fuego que lo utilizaron para calentar e iluminar las cuevas, elaborar las herramientas, cocinar y ahuyentar los animales salvajes

En un mundo tan hostil y tan poco comprendido, el hombre, tendió a divinizar las fuerzas de la naturaleza (planta, animal objeto). Así, sus primeras manifestaciones mágico religiosas se orientaron en este sentido. 

El arte en el Paleolítico


Los medios técnicos de que dispuso el hombre del paleolítico le permitieron desarrollar ampliamente sus capacidades artísticas. Sus manifestaciones artísticas tenían una función mágica religiosa.  

Con la piedra sílex trabajaron esculturas. Sus estatuillas femeninas (la Venus paleolítica) tienen muy desarrollado los rasgos de la fertilidad: vientres, caderas y pechos. Posiblemente su función era propiciar la fertilidad tanto de la naturaleza como de las mujeres. 

También realizaron grabados de animales sobre hueso y marfil. 

En pintura rupestre utilizaron colorantes naturales, que combinaron y aplicaron de diversas maneras. Pintaron los animales que les servían de alimentos en las partes más profundas de las cuevas. Creían que las pinturas propiciarían el éxito de la caza. También pintaron manos superpuestas, cazadores portando máscaras y hechiceros portando cuernos en sus cabezas.  Parece que intentaron conseguir la tercera dimensión, aprovechando los accidentes naturales en techos y paredes aplicando trazos de distinto grosor y líneas de sombreado.

5. NEOLÍTICO: AGRICULTORES Y GANADEROS

Características


Los investigadores han considerado tradicionalmente como un importante progreso técnico el paso de la piedra tallada a la piedra pulimentada. Se comenzó a hablar de Neolítico para denominar a esta etapa de la vida del hombre. Sin embargo, el verdadero tránsito, entre el Paleolítico y el Neolítico se explica a partir del profundo cambio que experimentaron las formas de vida paleolíticas.

El acontecimiento fundamental fue la domesticación de los animales y el inicio de la agricultura. Las causas de estas innovaciones se suelen relacionar con los cambios climáticos que se produjeron tras la última glaciación y que afectaron intensamente tanto a la flora como a la fauna. Hacia el año 10000 a. C. los hielos que cubrían Norteamérica, Europa y Asia se retiraron, lo que trajo como consecuencia que muchas especies de animales que les servían como alimento se extinguieran lo que obligó a buscar nuevas formas de subsistencia.

El experimento con el cultivo de semillas y el desarrollo de técnicas para la domesticación de las plantas dio origen al Neolítico. El inicio de la agricultura y de la ganadería produjo, a su vez, otros cambios fundamentales para la vida del hombre; en lo económico, se inició una creciente disponibilidad de excedentes. Se dio inicio a la aparición de una economía productiva. Se experimentó con cereales y legumbres, durante miles de años se afinaron las técnicas de cultivo, se mejoraron las semillas silvestres y se desarrollaron herramientas para la agricultura. Paralelo a la agricultura comenzó la domesticación de animales, a partir de la observación e los animales que cazaban fueron conociendo sus hábitos. Retenían a las crías para alimentarlas y obtener leche y carne. Posteriormente los animales domesticados fueron utilizados para llevar cargas y como fuente de fertilizantes.

En lo social, se organizaron colectividades sedentarias. La agricultura y ganadería requerían la presencia permanente de los individuos cerca de las zonas de cultivo y espacios de pastoreo. Los grupos humanos, una vez fijados en el terreno y con una alimentación más o menos asegurada, comenzaron a crecer, lo que hizo posible el surgimiento de las primeras aldeas, con el tiempo este proceso desembocaría en el nacimiento de la civilización urbana.

En las ciudades, la organización se hizo imprescindible. Así, se inició la división del trabajo, apareció la propiedad privada y, en relación con ella, la jerarquización económica y social sobre la que habría de asentarse el poder político. Surgió una elite sacerdotal que actuaba como intermediaria entre las poblaciones y las diversas divinidades.

La disponibilidad de excedentes contribuyó al progresivo establecimiento de relaciones entre distintas colectividades, efectuadas unas veces de una forma pacífica, mediante el comercio (intercambio o trueque), y otras veces de una forma violenta, mediante la guerra.

El arte a partir del Neolítico


En Europa, el fenómeno artístico y cultural más interesante y enigmático lo constituyó el megalitismo. Miles de monumentos cubrieron Europa desde el Este hasta el Oeste. Dólmenes (“mesa de piedra”, tumbas colectivas), menhires (“piedras largas”, monolitos en forma de obeliscos) y cromlechs (conjunto de menhires que servían como observatorios astronómicos) nos hablan de las preocupaciones espirituales de los diversos grupos humanos que los realizaron.

Las formas artísticas se transformaron en función de los cambios de la sociedad. Con la vida urbana aparecieron nuevas realidades y el arte evolucionó desde su primitivo sentido mágico hacia un sentido conmemorativo.

El monumento, como expresión del grupo humano, fue la gran novedad: un dolmen para enterramiento colectivo o un palacio para el que gobierna. Nacía así la arquitectura que, al interesarse por el entorno en el que se instalaba la obra, favorecía al tiempo el desarrollo del urbanismo.

El arte se extendió a nuevos campos como la cestería, el hilado, el tejido y la cerámica (para almacenar el excedente productivo). Lo que hizo surgir a los artesanos grupo social especializado en la fabricación de objetos.


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