EDAD MEDIA II: IMPERIO CAROLINGIO, FEUDALISMO, CRUZADAS

EL IMPERIO CAROLINGIO


1. LOS ORÍGENES


De todos los reinos germánicos que sucedieron al Imperio romano de Occidente, el de los francos fue el único que logró mantenerse unido y sobrevivir. Tras la desintegración del Imperio Romano de Occidente, en los territorios de la actual Francia, se estableció el reino franco, que fue unificado por Clodoveo. El reino franco se convirtió en el reino germánico más poderoso.

El poder efectivo del reino franco pasó paulatinamente de manos de los reyes a las de los principales funcionarios, llamados mayordomos de palacio.

El mayordomo más importante fue Carlos Martel, que derrotó a los musulmanes en la batalla de Poitiers (732) y frenó su avance por Europa. Su hijo, Pipino el Breve, destronó en el año 751 al último monarca franco Childerico III y, con la ayuda del Papa, se hizo consagrar como nuevo rey.

2. EL IMPERIO DE CARLOMAGNO


Carlomagno, sucesor e hijo de Pipino el Breve, reforzó el poder de la dinastía, que a partir de entonces se llamó carolingia, y extendió su dominio por la mayor parte de Europa. Ante la presión de los lombardos en Italia, Carlomagno acudió a la llamada del Papa y conquistó el reino lombardo.

Posteriormente sometió a los sajones y a los restantes pueblos de la Germania. Pero fracasó en su incursión contra el emir de Córdoba y su ejército fue aniquilado por los vascones en su retirada por el paso de Roncesvalles.

El día de Navidad del año 800, el Papa saldaba su deuda con Carlomagno coronándole en Roma como nuevo emperador de Occidente.

3. ADMINISTRACIÓN DEL IMPERIO


Carlomagno emprendió una política de expansión para restaurar la unidad del antiguo Imperio romano sobre la base del cristianismo y la herencia cultural germánica. En Aquisgrán, la capital imperial, Carlomagno estableció su residencia y construyó su palacio. Su Imperio estaba dividido en dos tipos de territorios: los condados y las marcas.  Los condados estaban bajo la administración de los condes y solían corresponder al territorio dominado por una ciudad. El emperador designaba directamente a los condes y estos se ocupaban de recaudar los impuestos, de la seguridad y de administrar justicia. Las marcas eran territorios situados en las fronteras más conflictivas del Imperio y tenían una función defensiva. Al frente de cada marca había un marqués.

Unos funcionarios, los missi dominici, vigilaban a los condes, marqueses y obispos para evitar que su poder escapase al control del emperador y cumplieran con sus obligaciones. 

4. ESPLENDOR CULTURAL


El desarrollo político estuvo acompañado de un verdadero renacimiento cultural. Carlomagno se rodeó en su palacio imperial de algunos de los grandes sabios de la época, como Alcuino de York, un monje del norte de Inglaterra. Creó además la Academia, formada por un círculo de eruditos que comentaban versos y otros escritos.

Carlomagno necesitaba personas formadas para que se ocuparan de la administración de justicia y del registro de los ingresos y los gastos del Imperio. Por eso, para que se aprendiera la gramática y la escritura, se preocupó de crear escuelas en el interior de las catedrales y los monasterios. Así se crearon las escuelas palatinas, parroquiales y conventuales en las que se enseñaban las artes liberales en dos grupos: el trívium (gramática, retórica y dialéctica); y, el cuadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música)

Los monjes copiaban los libros a mano en los monasterios y los adornaban con bellas y minuciosas ilustraciones, llamadas miniaturas. Se reproducían las obras de los clásicos, sobre todo de los romanos. Para realizar esta labor fue muy importante el perfeccionamiento de la escritura a través de un nuevo tipo de letra, la minúscula carolina, cuya lectura era más fácil.

Quedan escasos restos de la arquitectura carolingia. Carlomagno estableció la capital en la ciudad de Aquisgrán, donde construyó un palacio digno de un emperador. De todo el conjunto del palacio solo se conserva la capilla palatina, donde se situó el trono del emperador.

5. EL TRATADO DE VERDÚN Y LA DISOLUCIÓN DEL IMPERIO


Cuando un rey franco moría dividía su reino entre todos sus hijos. A Carlomagno solo le sobrevivió un hijo, Luis el Piadoso, pero a la muerte de este el Imperio carolingio se fragmentó entre sus tres hijos.

Según el Tratado de Verdún, del año 843, Carlos el Calvo recibió la parte occidental, que más tarde se convertiría en la actual Francia; Luis el Germánico ocupó la parte oriental, de la que nació en el año 962 el Sacro Imperio; y el mayor, Lotario, heredó el título imperial y el territorio intermedio entre los otros dos, la llamada Lotaringia, que desapareció en el año 870, dividida y anexionada por los otros dos reinos, que a su vez no tardaron en dividirse. Europa quedaba así fragmentada, y se perdía su fuerza unitaria.

La debilidad de los reyes se hizo evidente y se vieron obligados a ceder gran parte de su autoridad a condes y marqueses para obtener su apoyo.

El Imperio carolingio se desintegró rápidamente debido a las luchas internas y a la ola de invasiones que asolaron Europa durante los siglos IX y X por parte de pueblos como los sarracenos, los húngaros o los vikingos.

EL FEUDALISMO


1. CONCEPTO:

Fue un régimen político, social, económico y cultural que se difundió por Europa Occidental entre los siglos IX y XII, que tuvo su máximo auge entre los siglos X y XI.

2. CAUSAS

Entre las causas que llevaron a Europa Occidental al feudalismo tenemos: la desintegración del Imperio carolingio; y, las nuevas invasiones sobre Europa durante el siglo IX, como la de los normandos o vikingos, los sarracenos y los húngaros. Estas causas trajeron como consecuencia que los señores feudales más débiles solicitaran protección a los más poderosos; además, llevaron a la decadencia actividades económicas como el comercio y la industria.

3. CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS: LAS RELACIONES FEUDO VASALLATICAS


ANTECEDENTES. En la Francia merovingia se hizo frecuente la práctica de la encomendación, institución por la que un hombre libre, vassallus o vasallo, entraba al servicio de otro, al que juraba fidelidad a cambio de recibir protección. También fue una costumbre muy difundida que ante la escasa circulación monetaria, los reyes y poderosos pagaran con el beneficio o entrega de tierras los servicios recibidos. Durante la época de Carlomagno y sus sucesores, ambas instituciones aumentaron su importancia y se unieron en un solo acto jurídico, que incluía un elemento personal (fidelidad-protección) y otro material (la entrega del beneficio o feudo).

RELACION FEUDO VASALLATICA. Una relación de vasallaje se origina a partir de una ceremonia denominada el Acto de Homenaje, durante la cual un hombre libre se hace vasallo de un señor feudal poderoso. A partir de dicha ceremonia surgen obligaciones para ambos. 

El poderoso se obliga a brindar protección contra sus enemigos y otros peligros al vasallo; además se obliga a entregarles tierras (llamadas beneficio o feudo). La entrega de las tierras se simbolizaba en otra ceremonia denominada el acto de investidura, en la cual ante testigos, el señor feudal, entregaba ramas, troncos o un puñado de tierra al vasallo, que representaban el feudo que estaba obligado a entregar. Por su parte el vasallo jura fidelidad a su señor; y se compromete a brindarle servicio; básicamente ayuda económica y militar, y, brindarle servicios consistentes en consejos siempre que lo requiera el señor. Si alguna de las partes fallaba, cometía el delito mas grave durante el feudalismo: la felonía.

El contrato establecido entre el vasallo y su señor fue personal y vitalicio. 

Pero, a partir del año 877 (capitular de Quercy), el principio hereditario se abrió paso y la posesión del feudo acabó asegurada en los hijos del vasallo, como un bien propio. 

CARACTERÍSTICAS. No existe un vínculo entre una persona y un Estado, los lazos de dependencia son personales. Un hombre pasa a depender de otro hombre a partir de un juramento de fidelidad. Desaparece por completo todo poder central, son los señores feudales quienes ejercen las funciones propias de un Estado actual en sus feudos (poder legislativo, ejecutivo, cobrar impuestos, acuñar monedas, administrar justicia, etc.); es decir, cada feudo funcionaba como un Estado en miniatura. También llegó a ser frecuente que un vasallo fuera a su vez señor de otro hombre y que un vasallo lo fuera de distintos señores, cosa que desvirtuaba su capacidad de fidelidad.

4. CARACTERÍSTICAS ECONÓMICAS


La economía fue autárquica cuya producción se destinaba para el autoabastecimiento. Era una economía cerrada. La tierra fue el bien de mayor valor económico. El señor poderoso era quien entregaba las tierras, cuya propiedad mantenía, a los vasallos, quienes pasaban a usufructuarlas. 
 
El feudo consistía en un lote de tierras entregadas en usufructo, lo que trajo como consecuencia la desintegración de la propiedad. El feudo o gleba era en realidad un latifundio sobre el cual que su poseedor ejercía su autoridad de manera plena. Funcionaba como una unidad económica completa e independiente. Las actividades económicas más importantes que se realizaban en él eran la agricultura, la ganadería y la explotación forestal (bosques). Las tierras que existían se dividían en tres grupos: terra indomicata, que eran de propiedad del señor feudal y eran trabajadas básicamente por los siervos; los mansos, que eran las tierras de los villanos o campesinos libres; y, las tierras comunales, de uso común y que consistían básicamente en pastos para el ganado y montes para obtener la leña y la madera para la construcción de viviendas.

5. LA SOCIEDAD FEUDAL


Estaba compuesta por tres estamentos, cada uno de ellos con una función propia. Los bellatores o guerreros constituían la aristocracia terrateniente, poseedora de los feudos, que se dedicaban a la guerra, la conformaban los reyes, los condes, los duques, los vizcondes, los caballeros, etc. Los oratores o eclesiásticos eran las gentes dedicadas a la oración y la parte cultural. Los laboratores eran los que trabajaban las tierras, la masa de campesinos.

La función propia de la nobleza feudal era la guerra, para ello contaban con armas ofensivas como la lanza larga y la maza; y armas defensivas como la cota de malla, yelmo y coraza. Derivaba de la mentalidad guerrera de los germanos y pretendía la fama y la conquista de buenos botines. Este belicismo desembocó en la institución de la caballería, según la cual primero se tenia que pasar un tiempo como escudero, cuando llegaba el día anterior a ser nombrado caballero tenía que velar las armas, finalmente el día indicado el padrino nombrada caballero mediante la ceremonia del espaldarazo. 

El símbolo material del estamento era el castillo, vivienda del señor feudal y «capital» del feudo; era una construcción que se encontraba inaccesible, de fácil defensa, protegido con murallas y torres. En ellos se organizaban las justas y torneos donde se enfrentaban caballeros por fama ante los espectadores y las damas, generalmente terminaba con la muerte de uno de ellos.  .

El estamento eclesiástico se incluyó en la organización feudal. Obispos y abades recibían de reyes y nobles sus diócesis y abadías. Se produjo la querella de las investiduras entre el Papa Gregorio VII y el emperador del SIRG, Enrique IV, que terminó con la supremacía de la autoridad del papa sobre la autoridad del emperador. El clero representa la humanización de costumbres tan belicosas durante el feudalismo, se impusieron instituciones pacificadoras como el derecho de asilo (no se podían realizar actos de violencia contra aquel que se encontraba en un espacio sagrado), la paz de Dios (se amparaba a las personas débiles y a los desarmados), la tregua de Dios (se paralizaban las guerras durante las principales fiestas religiosas). Los que violaban las prohibiciones eran sancionados con la pena de la excomunión. La Iglesia católica se consolidó como una institución de enorme poder religioso, político y económico.

La masa de campesinos, que trabajaba la tierra del feudo, vivía en aldeas, diseminadas en torno al castillo del señor. Fueron de dos tipos: los siervos no tenían libertad, trabajan la tierra del señor feudal y estaban a su completo servicio; y, los campesinos libres o villanos eran vasallos del señor feudal, eran libres y explotaban sus propias tierras (los llamados mansos). Por ello tenían que pagar una renta en metálico o en especie al señor feudal; además, estaban sometidos, a otras presiones económicas, como la talla o tributo que el señor exigía arbitrariamente; las corveas u obligación de trabajar gratuitamente algunos días de tierras propias del señor; y, las banalidades o derechos del señor al monopolio del molino, como el molino o el horno. Debían de solicitar autoridad para contraer matrimonio, por lo que tenían que pagar un derecho.

6. LA CULTURA EN LA SOCIEDAD FEUDAL

LOS MONASTERIOS. El monacato se había iniciado en Occidente en el siglo V con San Benito de Nursia, fundador del monasterio de Montecassino (Italia), y con la regla benedictina, basada en la oración y el trabajo (ora et labora).

El trabajo lo desplegaron los monjes cultivando los campos, cuidando sus granjas y realizando funciones artesanales. Pero también lo llevaron a cabo a través de una importante misión cultural, como copistas de las obras del saber clásico en sus códices miniados y el estudio realizado en las escuelas monacales.

Este movimiento monacal experimentó dos notables impulsos a través de dos reformas de la orden benedictina. La primera partió de la abadía de Cluny (Francia), fundada en el año 910. Los monjes cluniacenses, propagadores del arte románico, afianzaron la autoridad del Papa y se extendieron por Europa con gran rapidez. A fines del siglo XI había más de 1.400 monasterios cluniacenses.

La segunda reforma se inició en el monasterio de Cíteaux (Francia); por eso sus monjes -iniciadores del arte gótico- reciben el nombre de cistercienses. La nueva espiritualidad, reflejada en San Bernardo, se traducía en una mayor austeridad y disciplina.

DESARROLLO DE LOS ESTUDIOS LIBERALES.  Las escuelas monacales -Fulda, Auxerre, Saint-Gall - fueron los únicos focos importantes de la cultura europea durante los siglos IX y X. En ellas se formaban, junto a los futuros monjes, muchos seglares, en el estudio de las artes liberales y en la preparación de la Teología, ciencia suprema de la época.

En el siglo XI, la aparición de las lenguas romances, en las que se escribieron los grandes cantares de gesta (Chanson de Roland, Cantar de Mió Cid) y las creaciones de los trovadores, anunciaron un auge cultural, que se evidenció plenamente en el siglo XII, con la aparición de las importantes escuelas urbanas (Chartres, San Víctor), con el desarrollo del propio movimiento cisterciense y con la aparición de grandes figuras aisladas, como San Anselmo, Pedro Lombardo o Pedro Abelardo. Por esta misma época, la Escuela de Traductores de Toledo, donde se daban cita intelectuales cristianos, musulmanes y judíos, recogía y transmitía el pensamiento griego y las aportaciones árabes. Este movimiento cultural anunciaba ya el nacimiento de las universidades.

7. EL ARTE ROMÁNICO


Es un arte esencialmente europeo y monacal, expresión plástica del florecimiento económico y cultural de Occidente que siguió al año 1000. Este estilo artístico cubrió los siglos XI y XII y contó con unos rasgos comunes en toda Europa, debidos en gran parte al auge de las peregrinaciones, como las realizadas a Santiago de Compostela, y a la expansión de la Orden de Cluny.

LA ARQUITECTURA ROMÁNICA. Los monumentos claves de la arquitectura románica son el templo y el monasterio.

Las iglesias. Son de planta de cruz latina y en ellas el brazo longitudinal se halla dividido, por lo común, en tres naves, que presentan en la cabecera ábsides semicirculares. También es frecuente la aparición de la giróla, nave nacida de la prolongación de las naves laterales tras la cabecera de la nave central.

Las bóvedas de cañón, realizadas con piedra, cargan sus enormes presiones sobre los muros, que por eso son muy gruesos y tienen vanos muy estrechos. En el interior, los pilares cruciformes ayudan al muro a recibir las cargas; en el exterior lo hacen los contrafuertes. El predominio de la masa sobre el vano produce escasez de luz. Las portadas, fuertemente abocinadas, quedan enmarcadas por las jambas, cuyos soportes adosados reciben las arquivoltas. Entre éstas y el dintel de la puerta queda un tímpano semicircular, generalmente decorado con relieves.

El monasterio.  Es una muestra del auge monástico de la época, es una creación románica. Su parte más original es el claustro, patio porticado a base de arquerías que cargan sobre columnas.

ESCULTURA Y PINTURA. Están subordinadas a la arquitectura y, con un fin didáctico, ilustran en las principales verdades del cristianismo a una sociedad analfabeta.

La escultura huye del naturalismo y, con fuerte carga expresiva, se caracteriza por la rigidez y la simetría. El relieve se impone al bulto redondo y se concentra, sobre todo, en portadas y capiteles. En los tímpanos, decorados como los del templo griego, los relieves recogen temas apocalípticos, como el Pantocrátor o el Juicio Final, inscritos en la mandorla o almendra mística, rodeada por el Tetramorfo.

Tiene como temas preferidos al Crucificado -de cuatro clavos, rígido y omnipotente- y la Virgen con el Niño, concebida más como trono donde se sienta Dios, que como madre que se relaciona con su hijo. Junto a estos temas grandiosos, capiteles y arquivoltas recogen temas de vicios y virtudes, monstruos y fábulas, así como escenas de la vida diaria, llenas de expresión y espontaneidad.

La pintura al fresco se concentra en bóvedas y ábsides. De colores planos, sin perspectiva ni movimiento, triunfan en ella, dentro de un fuerte «expresionismo», la simetría, la rigidez y la monumentalidad, subrayadas por un recio dibujo.

LAS CRUZADAS



1. EL PODER DE LA IGLESIA

En el Medievo adquirió gran poder debido a sus riquezas (era poseedora de tierras y recibía diezmos) e influencia sobre la población. El líder de la Iglesia y soberano de los Estados pontificios era el papa. Los representantes de la Iglesia conformaban el clero, que se dividía en dos grupos: el clero secular agrupaba a los representantes de la Iglesia que vivían junto con los laicos: el papa, los arzobispos, los obispos y los párrocos (estaban a cargo de las parroquias locales); y, el clero regular conformado por religiosos que vivían aislados y congregados en monasterios. Se dedicaban a la oración, al estudio y al trabajo comunitario.

2. LA FE MEDIEVAL

La Iglesia dispuso de medidas que le permitió alcanzar una gran influencia social. Mediante los sacramentos se aseguraba de ser parte integral de la vida de los cristianos, desde su nacimiento hasta su muerte. Además, la Iglesia disponía de dos medios de control de sus fieles: la excomunión (la iglesia expulsaba a una persona de la comunidad cristiana) y la Inquisición (institución creada para juzgar y condenar a los acusados de herejía).

3. LAS CRUZADAS

Concepto. Fueron expediciones militares emprendidas por los Estados cristianos de la Europa medieval hacia Oriente Medio. 

Causas. Tenían como objetivo principal recuperar los lugares sagrados del cristianismo que habían caído en poder del islam. No obstante, también obedecían a causas como: el aumento de la población en Europa, que ocasionó la búsqueda de nuevas tierras; la necesidad de controlar el Mediterráneo y abrir las puertas al comercio con Asia; y, la amenaza que representaban los turcos para la integridad de los Estados europeos.

Primera cruzada. Ocurrió cuando Alejo I, el emperador de Bizancio, solicitó ayuda al papa Urbano II para luchar en contra de los turcos que amenazaban las fronteras de su imperio. El papa vio la oportunidad de afianzar su poder ante el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Así, en 1095, durante la celebración del Concilio de Clermont, retó a los cristianos a recuperar la Tierra Santa a cambio de recompensas espirituales y materiales: el perdón de los pecados y la obtención de territorios en Oriente Medio. Ese mismo año comenzó la preparación de la primera cruzada con la reunión de pequeños ejércitos pertenecientes a nobles europeos. A esta cruzada le siguieron otras siete, aunque no consiguieron su objetivo de recuperar de forma permanente Tierra Santa.

Consecuencias. Se restableció el comercio entre Oriente y Occidente, lo que benefició a las ciudades italianas. Los señores feudales perdieron poder, pues para armar a los cruzados se endeudaron y, como las cruzadas fracasaron, perdieron sus fortunas. Las cruzadas acentuaron el odio y las divergencias entre las cristiandades latina y griega, y se convirtieron en causa de la ruptura definitiva entre ambas. También tuvieron un lado negativo, ya que los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes provocaron matanzas de población, saqueos y destrucciones.

EL RENACIMIENTO URBANO Y COMERCIAL DURANTE LA BAJA EDAD MEDIA



1. CAMBIOS SOCIALES QUE SE PRODUCEN ENTRE LOS SIGLOS XII Y XIII

Aumento de la población. Durante los siglos XII y XIII, la población de Europa se incrementa considerablemente. Este crecimiento trae como consecuencia dos sucesos que se interrelacionan de manera recíproca: se tiene que incrementar la producción de alimentos para una población cada vez más numerosa; pero a su vez, como hay una mayor población, se tiene una mayor cantidad de fuerza de trabajo para ser utilizada en la producción de alimentos.

Avances en la agricultura. En los siglos XII y XIII la agricultura da muchos pasos hacia adelante en su desarrollo, tal así, se habla de una revolución agrícola. Los cambios más trascendentales son: se incrementa las extensiones de tierras dedicadas al cultivo de alimentos; se cultivan nuevas especies vegetales como los cereales, las frutas y las leguminosas que traen como consecuencia una mejor condición de vida y a la vez el incremento de la población; se introducen muchos avances tecnológicos que permiten mejorar la agricultura como la introducción del arado de ruedas, el uso del caballo y la utilización de molinos de agua y de viento.

Renacer de las ciudades. Los habitantes de los campos tienen un excedente de producción, cuya comercialización en las ciudades vecinas le va a generar ganancias, que las van a utilizar en la compra de productos artesanales, telas y vinos; los habitantes de las ciudades se van a dedicar a la fabricación de los productos que son requeridos por los campesinos. Debido a dichas actividades, las ciudades, que habían sido abandonadas por sus habitantes durante el feudalismo, empiezan a renacer y a repoblarse; así mismo, junto a las castillos medievales surgen unos nuevos barrios llamados los burgos, cuyos habitantes van a ser básicamente artesanos y comerciantes, quienes van a constituir una nueva clase social denominada la burguesía.

2. EL DESPERTAR DE LAS CIUDADES

Desarrollo urbano. A partir del siglo XI, Europa vivió un gran desarrollo urbano, consecuencia del crecimiento demográfico y económico. Ese auge urbano se hizo muy fuerte desde el año 1050 y llegó a su esplendor en el siglo XIII, en el que ciudades como París, Milán, Venecia o Florencia llegaron a tener poblaciones que pasaban de los 100.000 habitantes.

La sedentarización de los mercaderes tuvo una destacada importancia en el renacimiento de las ciudades. Las viejas ciudades romanas crecieron y a su lado aparecieron otras nuevas, junto a lugares fortificados y siempre bien situadas en las rutas del comercio. Las murallas, de madera o piedra, ofrecían a los mercaderes seguridad para sus personas y para sus bienes; los tribunales de justicia eran un respaldo para su libertad. Su asentamiento obligó a la población a extenderse al otro lado de las murallas y así aparecieron nuevos barrios llamados burgos. De ahí que a los nuevos pobladores -mercaderes y artesanos- se les llamara burgueses.

A la ciudad acudieron también muchos siervos que huían de la tierra. Unos y otros, desarraigados de toda vinculación con la tierra, no tenían ningún lazo de dependencia personal y la ciudad se hizo pronto sinónimo de libertad: «el aire de la ciudad hace libre».

El creciente poder de la burguesía. Al principio, los mercaderes sólo buscaron, al instalarse en la ciudad, un lugar donde colocarse dentro del orden social que existía antes de su llegada. No lo hicieron de forma violenta, puesto que sólo aspiraban a conseguir de los señores laicos y eclesiásticos seguridad y libertad.

Más tarde, se enfrentaron a los señores feudales; a través de fueros o cartas otorgadas por los reyes, lograron para el gobierno de las ciudades ciertos derechos y privilegios. Posteriormente lograron para la propia ciudad su autonomía administrativa y judicial. Entonces, a través de los Ayuntamientos, Concejos Municipales y de las magistraturas (alcaldes, cónsules, scabini), los burgueses alcanzaron el gobierno de la ciudad.

Los grandes mercaderes, a los que a veces se unieron los nobles, ocuparon los puestos de gobierno y constituyeron un patriciado urbano, que controló la vida municipal y que no encontró oposición violenta hasta la crisis del siglo XIV. Este patriciado también monopolizó la dirección económica de las ciudades, en las que se produjo una honda separación entre la alta burguesía rectora y la masa popular.

Posteriormente los habitantes de las distintas regiones logran su participación en el gobierno de los distintos países. Ello se logra cuando envían sus representantes a las Asambleas Nacionales, a las que les empieza a denominar según el país, Cortes, Estados Generales o Parlamentos.

Los gremios de artesanos. El trabajo artesanal, que se manifestaba en distintos oficios, quedó organizado en Asociaciones de Oficios (gremios, arti, guildas), que llegaron a su madurez en el siglo XIII (Libro de los oficios de París, 1256). 

Los gremios fueron las uniones de distintos artesanos que desempeñan el mismo oficio. Entre sus principales funciones tenemos: reglamentaban el trabajo, establecían las condiciones de producción, para desempeñar algún oficio se tenía que estar necesariamente inscrito en un gremio, adoraban a un mismo santo por lo que funcionaba como una hermandad o cofradía religiosa, velaban por los intereses de sus asociados y la calidad de los productos. También aseguraban la destreza en el oficio: al grado de oficial se accedía tras un aprendizaje de diez años, como mínimo, en el taller de un maestro.

Existían categorías entre los artesanos. El maestro, era el dueño del taller; el oficial, quien tenía que elaborar la obra maestra para poder ascender a maestro; y, los aprendices que vivían en la casa del maestro aprendiendo un oficio y por lo que tenían que pagar por ello. Entre los distintos gremios hubo una rígida jerarquización, que hizo posible a los de rango superior –principalmente las guildas de mercaderes- imponerse a los demás.

3. RESURGIMIENTO DEL COMERCIO


Características. El comercio durante la baja edad media cambia totalmente las características económicas que hasta entonces se habían vivido en Europa. De ser una economía cerrada se convierte en una economía abierta cuyo centro a ser la ciudad con su centro más importante el mercado donde concurren vendedores y compradores.

Tipos de Comercio. Fue de dos tipos:

Comercio Local. Se basó en el intercambio de productos entre los campesinos y los habitantes de las ciudades cercanas. Esto va a traer como consecuencia que produzcan una migración hacia las ciudades debido a la atracción que ejerce sobre los habitantes de las regiones donde se encuentran enclavadas.

Comercio Internacional. A mayor escala y cubrió extensas regiones de Europa a través de la utilización de rutas marítimas y terrestres. Resurgió con la creación de dos focos mercantiles. En el Mediterráneo, las ciudades italianas habían mantenido vivo el comercio marítimo, relacionándose con el ámbito musulmán y el bizantino (sobre todo el puerto de Constantinopla). Las cruzadas intensificaron este comercio, basado en mercancías caras, como las especias, los perfumes, la seda, el azúcar y otros productos de lujo. Venecia acabó llevando la delantera a Amalfi, Pisa y Génova.

Los mares del norte de Europa constituyeron otro importante foco mercantil. Se formó la Hansa teutónica o Liga Hanseática, que era una agrupación de las principales ciudades del norte de Europa unidas con el propósito de defender sus intereses comunes. Las ciudades flamencas (Gante, Brujas, Ypres) establecieron un rico comercio con la lana inglesa, que alimentó sus telares; también, comerciaron con las ciudades italianas. Más al Norte, las ciudades del Báltico -sobre todo Lübeck- se beneficiaron del gran mercado ruso.

4. PRIMERAS ACTIVIDADES FINANCIERAS.

El desarrollo mercantil representó el auge de la circulación monetaria. Las monedas de mayor valor fueron las de las ciudades italianas. De tal forma que el gros de plata fue sustituido en el siglo XIII por la moneda de oro (florín, dobla), imponiéndose como patrón el ducado veneciano. Con el auge del comercio se desarrollaron también las operaciones de cambio, se utilizó la letra de feria, los créditos, los sistemas de pago diferido y la venta a plazos. Surgieron sociedades de mercaderes, como las «guildas» y las «hansas» en el norte de Europa, o las «commenda» y «societas maris» en el Mediterráneo, que unieron sus intereses y protegieron el comercio. También surgieron los banqueros y prestamistas, quienes con sus préstamos de dinero permitían la formación de grandes empresas comerciales.

5. EL DESARROLLO CULTURAL

Una nueva espiritualidad. Los grandes cambios operados en Europa tuvieron gran influencia en la vida espiritual. La reforma del Císter, impulsada por San Bernardo, contribuyó durante el siglo XII al desarrollo agrario y cultural. Pero las nuevas condiciones de vida, especialmente el desarrollo urbano, cambiaron los rumbos de la espiritualidad de Occidente. Mientras los cistercienses siguieron en sus monasterios apartados, nuevos frailes mendicantes instalaron sus conventos en las ciudades, en las que vivieron de limosna, entregados a la enseñanza y a la predicación.

A finales del siglo XII, nuevas herejías -valdenses, cataros y albigenses- se propagaron con facilidad en las ciudades. La Iglesia empleó contra ellas las cruzadas y la Inquisición.

A comienzos del siglo XIII, la Orden de Predicadores, fundada por el español Domingo de Guzmán, y la de los Frailes Menores, creada por el italiano Francisco de Asís, marcaron el nuevo afán religioso.

Nacimiento de las universidades. La aparición de la Universidad es un testimonio del desarrollo cultural de la Europa del siglo XIII. Era una corporación de maestros y estudiantes, a partir de escuelas ya existentes (París, Bolonia, Oxford), o de nueva planta a través de privilegios otorgados por el Papa o los reyes (Salamanca, Nápoles). 

Los instrumentos fundamentales dentro de las universidades medievales fueron: la escolástica como método de estudio, el latín como idioma y el libro como fuente de conocimiento. Cada universidad dispuso de sus propios estatutos que aseguraban su autonomía y el monopolio en la concesión de grados. Los estatutos fijaban también el calendario y diseñaban las enseñanzas y los exámenes. Cada universidad, daba como formación básica el trivium y el cuadrivium (facultad de Artes Liberales). Los estudios propiamente universitarios se referían a Filosofía, Medicina, Derecho y Teología. La máxima autoridad de la universidad era el rector. Los estudiantes se organizaban en naciones y vivían en colegios. La larga duración de los estudios contribuyó a que sólo una minoría social tuviera acceso a ellos. Así se formó una élite intelectual, que se convertiría, con el paso del tiempo, en la base sobre la que se organizaron las burocracias administrativas propias del Renacimiento.

La escolástica, un método de estudio (ciencia de las escuelas). Junto al empleo del libro, la Universidad utilizó el método escolástico que comprendía los siguientes pasos: lectura de un texto («lectio»), planteamiento del problema («quaestio»), discusión («disputatio») y decisión («determinatio»).

La escolástica plasmó sus aportaciones doctrinales en grandes síntesis llamadas summas. En estas obras se consiguió conciliar el pensamiento de los antiguos filósofos clásicos con el pensamiento cristiano. Un ejemplo es la Summa Theologica de Santo Tomás de Aquino, en la que, sobre la base del pensamiento de Aristóteles, el gran maestro medieval hizo compatible la fe y la razón. 

6. EL ARTE GÓTICO


El nacimiento del gótico. A mediados del siglo XII, el arte gótico producía en la Isla de Francia (París) sus primeras obras, entre ellas la iglesia de Saint-Denis que se concluyó en 1144. El nuevo arte, consecuencia de la evolución del románico, fue la expresión de la nueva época de plenitud urbana y burguesa.

El principal exponente del estilo naciente fue la catedral, «la manifestación plástica más perfecta de cuánto hay de espiritualidad en la Edad Media». Pero con la catedral, los nuevos rumbos de la vida de Occidente propiciaron la construcción de otros monumentos urbanos: lonjas, donde los mercaderes realizaban sus actividades comerciales, y palacios, para los ricos burgueses y para los órganos rectores de la ciudad (ayuntamientos). Desde Francia el estilo se extendió a toda Europa occidental.

La arquitectura gótica. Supuso una importante revolución técnica al combinar la bóveda de crucería con el uso del arbotante. La sabia solución hizo de la obra gótica «un ser dinámico y vivo», en el que los muros se elevan y los vanos se multiplican, cubriéndose de vidrieras. Triunfa la línea vertical, la armonía y la luz.

La bóveda de crucería se resuelve por la conjunción de seis arcos apuntados. Dos de ellos (los cruceros u ojivos) se cruzan en diagonal y se ensamblan con los formeros y perpiaños. Los paños o plementos cubren los espacios que quedan entre los arcos y cierran la bóveda, que concentra sus presiones en cuatro puntos, descargándolas sobre los pilares con columnas adosadas. El arbotante es el contrafuerte exterior que, en forma de arco, conduce la presión de las bóvedas sobre el estribo, aplicado al muro exterior. El pináculo corona el estribo, le da seguridad y lo decora.

La escultura y la pintura góticas. La escultura experimentó también profundas transformaciones respecto a la románica. Es naturalista y más humana. La rigidez románica del Crucificado o de la Virgen con el Niño desaparece. El Crucificado expresa mejor el sufrimiento y se humaniza. La Virgen abandona su quietud de «trono», y se convierte en madre, que sonríe y se vuelve hacia su hijo.

En los «apostolados» de las portadas, los personajes dialogan entre sí y expresan con más naturalidad el dolor, la gracia, la paz y la alegría. Triunfa la línea curva y las figuras adquieren movimiento. También se amplía la temática con la representación de vidas de santos y visiones místicas, que cubren en relieve las portadas, retablos y sepulcros.

La pintura pierde la importancia mural del románico, al ampliarse los ventanales con hermosos vitrales. Se impone la técnica del temple sobre tabla en los retablos y se siguen produciendo bellas miniaturas.

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